El psicodrama es un método terapéutico que se puede aplicar tanto a nivel individual como grupal. Se usa para desarrollar el crecimiento personal y para adquirir nuevas habilidades.
Hay una cita que resume muy bien en qué consiste el psicodrama. «El psicodrama es un método para explorar problemas psicológicos y sociales, animando a los participantes para que actúen en los eventos relevantes de sus vidas, en lugar de simplemente narrarlos» (Blatner,2005)
Los inicios
El psicodrama fue creado por el Dr. Levy Moreno, médico judío, en 1911 en Viena. Él solía observar a los niños mientras jugaban en los parques. Gracias a ello se dio cuenta de que los niños solían representar los roles familiares o culturales (madre, padre, rey, profesora…). Los niños usaban la fantasía en esos juegos según sus necesidades y sus frustraciones. Poco a poco empezó a usar estos juegos con los adultos. Ellos también usaban la imaginación y la representación para acercarse a los problemas que les preocupaban.
Hoy en día el psicodrama se usa en muy diversos contextos, el clínico, tanto en tratamiento individual como grupal, el comunitario, el educativo o pedagógico y tanto con adultos como con niños.
El psicodrama tiene una idea optimista de las personas y de la psicoterapia. Confía en los recursos y capacidades de la persona.
¿Qué aporta?
Cuando hablamos de psicodrama nos referimos a una teoría y a una forma de trabajar en psicoterapia. Veamos qué se dice desde el psicodrama sobre el malestar de las personas y cómo tratarlo.
– Desde la teoría se entiende que a largo del desarrollo se pueden dar una serie de heridas emocionales. Estas heridas se han originado en las relaciones con personas importantes en un momento determinado de la vida. Poco a poco estas heridas van organizando la forma de actuar con otras personas y con nosotros mismos. Pueden llegar a condicionar las emociones, pensamientos, expectativas y proyectos de una persona. Las personas van organizando sus relaciones de tal forma que se cubra esa herida, esa fragilidad. Todas las personas tienen heridas emocionales pero no todas son igual de limitantes o de rígidas.
– Desde la intervención intenta resolver las dificultades de las personas con el menor sufrimiento posible. Para trabajar sobre las heridas emocionales es básico crear una relación de confianza y seguridad con el terapeuta. Desde esa relación de sostén será más fácil acercarnos a las fragilidades de la persona.
En una psicoterapia en la que se usa psicodrama además de hablar se realizan representaciones. Se anima a la persona a representar aquello de lo que habla. Eso nos ayuda a imaginar mejor lo que la persona está contando.
Cuando una persona realiza una representación aparece la emoción más fácilmente que cuando la personas cuenta qué pasó. ¿Por qué? Porque pasa a vivirlo en primera persona. Como si estuviera pasando de nuevo. La diferencia es que esta vez volvemos para poder reparar lo que pasó.
¿Para qué se hace eso? Para ayudar a la persona a integrar las emociones, los pensamientos y la conducta. La representación permite plasmar la conducta externa, además de los pensamientos y sentimientos no expresados. Esto fomenta su carácter liberador, correctivo y reflexivo.
Lo más importante no es que la persona conecte con sus emociones. Lo significativo es que la persona comprenda sus emociones y pensamientos asociados a un momento y una persona determinada. Una persona con la que tenía una relación importante.
El objetivo de las técnicas que se usan en psicodrama es ayudar al paciente a que sea más consciente de cómo es él y de cómo se relaciona con los demás.